Y a Villamanrique se llegó antes de tiempo
Alejandro Galiano. El Rocío destila momentos llenos de emoción desde el amanecer. El segundo día de camino de Alcalá comenzó con la confraternización con los peregrinos de Mairena del Alcor, que comenzaban su andadura antes que los alcalareños, y que pasaban acompañando a su Simpecado por donde estos habían hecho la pernocta. El rezo de la Salve con las dos carretas de los Simpecados frente a sí y las claritas del día iban despertando unos cuerpos que, por entonces, aún estaban secos.
Con el camino ya iniciado poco tardó en aparecer la lluvia, que buscaba erigirse como protagonista del día otra vez. Los cambios en el camino -no solo de Alcalá- y el haber amananecido en un punto más adelantado que el planteado inicialmente atrás ha provocado que Alcalá haya podido adelantarse a sus propios planes, haciendo la presentación ante la Antigua Hermandad de Villamanrique durante la tarde, y no en la mañana del viernes, como estaba planteado en un primer momento.
La lluvia, incesante durante la tarde y con ganas de más protagonismo aún, se ha terminado intensificando cuando los peregrinos comenzaban a preparar las carriolas para la pernocta.
Con el adelanto en el camino, Alcalá hará su entrada en la Aldea del Rocío durante la tarde del viernes, en lugar del sábado por la mañana, como estaba previsto.
Foto portada: Álvaro Aguilar