Viernes Santo 2020 | Sin sentir el Viernes Santo | Por Santiago Cano González
Por Santiago Cano González
Hoy de nuevo es Viernes Santo, pero este año 2020 será muy especial, y será recordado de una manera amarga, por el año de esta maldita pandemia mundial del Covid-19.
Este Viernes Santo no veré nazarenos con antifaces morados, por las calles de nuestra Alcalá, y aunque para nuestros hermanos será muy duro no poder contemplar a nuestras imágenes en sus pasos procesionales, pienso sinceramente que los años en que la lluvia ha impedido realizar la estación de penitencia, como ocurrió, por ejemplo, el pasado año, son más difíciles de sobrellevar que el presente.
Cuando estando en la capilla o en el patio del colegio salesianos, esperando a que llegue la hora de que nuestra Cruz de Guía pise de nuevo nuestras calles, y que por culpa de las inclemencias meteorológicas, se tenga que suspender la estación de penitencia, creo que hace que a todos se nos llenen los ojos de lágrimas, de rabia y de impotencia, al ver que el trabajo y el esfuerzo realizado, ha sido en vano y no obtiene los frutos deseados.
Pero en esta ocasión, al hacer ya casi un mes, que se decidió la suspensión de los desfiles procesionales en nuestra Semana Mayor, con todo el dolor de nuestro corazón, pues se me ha ido haciendo el cuerpo a esta situación, y además también influye el hecho de que, por desgracia, no se ha tenido que hacer el montaje de los pasos, no se han limpiado los enseres, no se ha podido hacer ni la meditación, ni el Vía Crucis con el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, ni se ha preparado el hábito nazareno, y tantas y tantas cosas que, otros años, me anunciaban que se acercaba uno de los días más importantes para nuestra Hermandad.
Este año nos dejará imágenes que quedarán en nuestra memoria por mucho tiempo, como el ver a nuestros titulares presidiendo una misa de Palmas, en una parroquia desangelada, y seguida a través de la televisión o de las redes sociales, o las puertas de las iglesias con flores y velas el día en que tendría que haber tenido lugar la salida procesional de cada una de nuestras hermandades.
También a muchos nos ha hecho ver las cosas que son verdaderamente importantes, y entre ellas, la más significativa es la salud de todas las personas, y es por ella, por la que todos estamos haciendo esta dura cuarentena.
Quisiera tener un recuerdo especial, para nuestro hermano don José López, que nos ha dejado en esta Semana Santa, y que tan buena labor realizó durante los años en los que estuvo al frente de nuestra hermandad, y sin más desear a todos, y en especial a mis hermanos, que el Santísimo Cristo de la Buena Muerta y Nuestra Madre de la Soledad, nos dé fuerzas para salir adelante ante esta situación tan complicada que nos ha tocado vivir, y además pedir por el alma de todas las personas que han perdido la vida, a causa de esta maldita pandemia.
Mucho ánimo a todos. Yo me quedo en casa.