Triduo de Carnaval en la Adoración Nocturna
Por iniciativa del párroco de Santiago, el Padre Manuel María Roldán Roses, la Antigua y Franciscana Sección de Alcalá de Guadaíra de la Venerable Archicofradía Sacramental de Adoración Nocturna Española, establecida en el Monasterio de Santa Clara, consagrará al Santísimo Cristo de la Vera+Cruz el antiquísimo Triduo de Carnaval, los días 11, 12 y 13 de febrero, desde las 19:30 hasta las 20:30 horas, con el siguiente orden de cultos: Santa Misa, Exposición de S. D. M., Adoración, Bendición y Reserva. Oficiarán los sacerdotes: D. Manuel María Roldán Roses (párroco de Santiago), D. Antonio José Guerra Martínez (párroco de San Agustín) y D. Manuel Ángel Cano Muñoz (vicario parroquial de Santiago).
¿Qué es el Triduo de Carnaval?
Para entender qué significa este culto basta entender el siguiente texto elaborado por el Rvdo. P.D. Manuel María;
Un Triduo de “reparación y desagravio”, coincidente con los tres días de “carnestolendas”, fue el origen del Triduo de Carnaval, que se celebraba en todas las Iglesias Mayores de pueblos y ciudades. También en Alcalá de Guadaíra se celebraría y se perdió con el tiempo. Este Triduo consistía básicamente en la adoración al Santísimo Sacramento, solemnemente expuesto a los fieles, como reparación y desagravio de los desmanes que –presumiblemente- se cometerían en los días de carnaval.
En un principio la celebración del carnaval tuvo un carácter eminentemente práctico. Así lo indica la misma palabra: carnaval, del latín carnis levare, es decir “quitar la carne”. Y es que durante los días previos al inicio de la Cuaresma, había que “quitar” (consumir) todo aquello que estaba prohibido consumir durante la misma, que no sólo era la carne, sino también leche, huevos, etc…, y por extensión del sacrificio: vino, licor, cerveza… Hablamos de un tiempo en el que los alimentos no era tan fácil guardarlos para que no se pudriesen. Por lo tanto, había que consumirlos. Eso pronto degeneró en enaltecer todo lo “carnal”, que iba a estar prohibido durante los cuarenta días siguientes. Así, que se acabó haciendo todo aquello de lo que ya habría tiempo de arrepentirse durante la rigurosa Cuaresma.
Pasado el tiempo, el “desenfreno” del carnaval exigió una “reparación y desagravio” al Señor, por los excesos que se cometían simultáneamente. Y así nació el Triduo de Carnaval. Hoy día, o bien tendría que celebrarse este Triduo en todas las fechas, o bien se hace con un sentido más extensivo y positivo. No sólo “reparación y desagravio” por esos tres días, sino por todo el año; no sólo “reparación y desagravio”, sino también oración y súplica por la humanidad, que sólo en la cercanía filial con Dios, puede alcanzar la auténtica plenitud y verdadera felicidad.
Adorar, suplicar, orar, impetrar, son los verbos claves de las actitudes de este Triduo de Carnaval que ahora en Alcalá se vuelve a retomar. Y, quizás, nadie tan adecuado para ello que la convocatoria surja de la Adoración Nocturna de nuestra ciudad. El Stmo. Cristo de la Vera+Cruz presidirá el ejercicio de este Triduo, para que, a través de su contemplación, no olvidemos a Jesucristo, que “me amó y se entregó por mí”. El Señor, hecho Eucaristía, nos invita a la adoración de Aquel que solo nos puede dar la plenitud de vida y la felicidad auténtica.