Semana Santa 2016 | Hermandad del Soberano Poder | Francisco Javier Baños
El sol rinde pleitesía a la Madre de Dios. El astro vigila y aguarda mientras el barrio sufre y vive un incesante hormigueo celeste que tiene como único destino el epicentro de Pablo VI, allá donde reside el Señor.
El sol rinde pleitesía a la Madre de Dios. Allá donde un lugar toma su nombre, y donde Ella está presente, tienen fijado su punto de encuentro aquellos hombres que se encargarán de darle sentido y forma a una manera de andar que solo ellos, locos como ningunos, entienden y aman. La locura, fuera de aquellas fronteras, no está bien vista.
El sol rinde pleitesía a la Madre de Dios. Y la Madre de Dios es la que se queda esperando, paciente, no solo a que Él vuelva, sino a que Ella misma también salga de paseo, como solo una Madre de barrio sabe hacerlo. Pero eso ya será tinta y letras el año que viene.
No caben más palabras, ni más adjetivos. Hablar de cofradía de barrio es hablar de amor, cariño y fe en el que impulsa la vida de los suyos con la misma fuerza que sostiene el ego sum por encima de toda afirmación.
Hablar de cofradía de barrio es hablar de Pablo VI. Hablar de cofradía de barrio es hablar del Soberano Poder.
Fotografías: Fco. Javier Baños