El pueblo que se rinde ante la Virgen del Águila
Ocurre en contadas ocasiones. Una en la madrugada del Viernes Santo, quizás el 5 de enero también, y otra el 15 de agosto. Ese día en el que la Virgen del Águila, Patrona de Alcalá de Guadaíra, se funde con una ciudad que mira al pasado y recoge los antiguos ritos.
Con la luz del atardecer reflejando en la inmaculada fachada del Santuario salía la Virgen portada por los costaleros del paso de Nuestra Señora de la Soledad. Le antecedía el nutrido cortejo compuesto por las representaciones de todas las hermandades alcalareñas, a las que se le unen las asociaciones y agrupaciones parroquiales. Además, en el cortejo también estuvo presente la alcadesa, Ana Isabel Jiménez, acompañada de distintos ediles del consistorio alcalareño.
Una procesión multitudinaria
La de la Virgen del Águila es una procesión multitudinaria, especialmente hasta la Plaza de Cervantes. La bajada por la cuesta de Santa María, el discurrir por la Plaza del Derribo, la revirá del Duque o toda la calle Nuestra Señora del Águila -es decir, toda la primera parte del recorrido- son los puntos con mayor número de público. A partir de aquí, desde la vuelta por Alcalá y Orti la procesión adquiere un ambiente más íntimo, aunque no por ello la Patrona deja de estar acompañada, y fe de ello dan las cientos de personas que esperan la llegada de nuevo al Santuario ya en las primeras horas del 16 de agosto.
Fotos: Daniel García / Fran Baños