El pregonero nos enseñó la Semana Santa a través de su amigo Dimitri
Juan Carlos Sánchez pronunció el Domingo de Pasión el Pregón de la Semana Santa de Alcalá de Guadaíra, uno de los últimos actos de la Cuaresma y que anuncia lo que ha de venir.
Con el hilo conductor de enseñar la Semana Santa a su amigo Dimitri, este cofrade y químico de currículum envidiable, nos fue desgranando uno a uno todos los días de la Semana Santa. Con la mezcla de toques de humor y momentos llenos de tradición, Juan Carlos presentaba a la ciudad lo que para él es nuestra semana mayor.
Uno de los momentos de especial interés se centró en los versos dedicados a la Hermandad del Cautivo. Imaginando una conversión entre la Virgen de la Esperanza y el Señor, ésta le apremiaba al Hijo a ayudar a aquellos que siempre le rezan, y que en sus manos lo dejan todo.
Como era de esperar, los versos de mayor intensidad fueron los dedicados a su Hermandad del Santo Entierro. En especial aquel fragmento en el que hacía una defensa en pro de la advocación de su Cristo y pedía no llamarlo el Muerto ni el Yacente al Cristo que nos devolvió la vida, y que es el Cristo de la Buena Muerte. Y también tuvo tiempo poco antes de acabar su texto para recordar unn sinfín de apellidos con solera de la cofradía del Viernes Santo.