La Parroquia de Santiago celebra una Eucaristía por el Año de la Vida Consagrada
El Domingo V de Pascua, 3 de mayo, la parroquia de Santiago el Mayor de nuestra localidad, trasladó la celebración dominical principal a la Iglesia Conventual de Santa Clara, para celebrar el Año de la Vida Consagrada convocado por el Papa Francisco para toda la Iglesia. Como vínculo indisoluble entre todos y el Señor Resucitado, y también entre todos los cristianos, como hermanos en la fe, la esperanza y la caridad, se celebró la Eucaristía en comunión con las comunidades religiosas presentes en la parroquia: Clarisas, Hijas de la Caridad y Siervas del Hogar de la Madre. También tuvieron a bien participar de esta Eucaristía, Misioneras de Acción Parroquial, dependientes de la parroquia de San Agustín. Resultó preciosa la homilía del párroco, el Padre Manuel María Roldán Roses, pues era interactiva con los numerosos niños que realizan catequesis, sirviéndoles para entender lo que significa en nuestra vida cristiana permanecer unidos a Cristo, como el sarmiento a la vid, y cuáles son los frutos que tenemos que dar en nuestra vida; fundamentalmente Amor y Caridad.
Resultaba gratificante comprobar lo mucho que estos infantes saben sobre lo que es Vida Consagrada, y cómo conocían perfectamente, las diferentes congregaciones religiosas de la parroquia: las Clarisas, las Hijas de la Caridad y las del Águila, decían los niños, refiriéndose a las Siervas del Hogar de la Madre. Esta celebración serviría, parafraseando a Su Santidad Francisco, para dar gracias al Padre, que les ha llamado a seguir a Jesús en plena adhesión a su Evangelio y en el Servicio a la Iglesia, y que ha derramado en sus corazones el Espíritu Santo que les da alegría y les hace testimoniar al mundo su amor y su misericordia.
Con actos como este se contribuye al cumplimiento de los objetivos para el Año de la Vida Consagrada: mirar al pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con Esperanza.
La Misa se aplicó, especialmente, por el alma de Felisa, madre de Sor Ana, O.S.C. Finalizada la Misa, fueron los niños los protagonistas, pues a las plantas de la Virgen, representada en la dulce Imagen de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano, le cantaron MA, MA, MARÍA; canto de amor a la Virgen, que interpreta tradicionalmente el grupo joven de la parroquia.
En recuerdo de este día de comunión parroquial, el párroco entregó un pergamino enmarcado, a cada una de las congregaciones de religiosas. También se entregaron a los asistentes, durante la colecta, estampas conmemorativas. Y alegres, llenos de Espíritu Santo, tras participar en la Eucaristía, y haber pedido a las religiosas que testimonien a toda la Iglesia la santidad de su vida consagrada al Señor, y pedir por sus vocaciones y la vivencia fiel de su carisma en bien de toda la humanidad, los parroquianos disfrutaron de una breve convivencia, con un grato refrigerio, mientras Don Manuel les presentaba los niños a las monjas de Clausura, para que pudieran saludarlas y pedirles que recen por todos.
De la coordinación de la misa y posterior ágape fraterno se encargó la Sección alcalareña de Adoración Nocturna Española al Santísimo Sacramento, que reside en el Monasterio de Santa Clara, habitado ininterrumpidamente por las Hijas Pobres de Santa Clara desde finales del siglo XVI.