La Bondad se hace grande al cumplir los quince años
No les ha hecho falta llegar a la mayoría de edad, ni siquiera han necesitado tocar en la Semana Santa de la capital. Solo han requerido el calor de su gente, de su Hermandad, sus beduinos y, en definitiva, de locos por la Bondad. La Agrupación Musical de la Hermandad de la Borriquita presentó el sábado su tercer trabajo discográfico en medio de un día festivo, cuyos nervios muchos se atrevían a comparar con el del mismísimo Domingo de Ramos, y eso es alcanzar cotas inaguantables para cualquier cuerpo. En la memoria de todos quedará la ovación tras sonar ‘In Misericordia Dives’ y su espectacular final; o las risas provocadas por las improvisadas bromas de Esteban Romera, quien tuvo un blanco fijo en Fernando Casal, al que le tocó mostrar su faceta de músico; o el impresionante acompañamiento de la Coral de Jesús para la marcha ‘Hosanna al Hijo de David’; o cómo no, ese abrazo emocionados de aquéllos que, entre otros, gestaron la banda, los hermanos Esteban y Daniel Fernández.
Son solo unas pinceladas de una tarde histórica para la historia cofrade y musical de la ciudad, que vio cómo el sábado una banda se hizo grande al cumplir quince años. Detalles estos a los que habría que sumar las proyecciones audiovisuales, el arte a la guitarra de José de Santiago o las saetas de Carmen Reyes, Carmen Monclova, Francisco Carrasco y José María Romero.
Abarrotar el Riberas del Guadaíra hasta tal punto de no quedar ni un billete libre, como se diría antiguamente, lo hacen pocos artistas, y mucho menos se ha conseguido con antelación en el ámbito cofrade de Alcalá. Pero el detalle especial no estaba solo en esos números, sino en el hecho de cerrar un círculo. La Bondad se ha graduado justo en el mismo sitio en el que comenzaron a dar algunos de sus primeros pasos hace quince años, y en el que por entonces se levantaba un antiguo almacén de aceitunas que servía para dar cobijo a esos músicos que hoy, como hemos dicho, ya son grandes.
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