¡Este año no tengo glorias, y todo lo que no tenga, sea eso! | Por Mary Araujo
Por Mary Araujo Pedregal
Todo aquel que me conoce lo sabe, soy Del Dulce Nombre… Y este mayo de 2020 quedará marcado en mi memoria para siempre, y entre muchos motivos está el día de hoy, el día de la no salida procesional de mi Hermandad de Nuestra Señora del Dulce Nombre.
Hoy cambiaré mi despertar nerviosita ‘perdía’ para irme a San Sebastián por un desayuno en familia, tranquilos.
Cambiaré mi mañana recibiendo ramos de flores como ofrenda de las distintas hermandades, e instituciones por un rato en la cocina con mi familia preparando un pollo al horno o un bizcocho de yogurt.
Cambiaré mi sobremesa planchando las túnicas de monaguillos de mis hijos, el traje de mi marido o el vestido que me pondría, por un rato en mi terraza al sol, con mi rosario y con el rezo… Salud para los enfermos de esta maldita pandemia; consuelo para los que han perdido a algún ser querido, ánimo para el que lucha por encontrar un puesto de trabajo; Esperanza para el que la necesita; luz para el que la busca al final del túnel; caridad para el que necesita alimento; ilusión para volver a subir al tren de la vida y la rutina que tanto necesitamos. Y Fe, mucha Fe, para el que ha dejado de creer…
Y cuando llegue la tarde, cuando sean las ocho y no salga el paso, ni te dé el sol en tu Divina Cara, ni suene la marcha a ‘Mi Blanco y Dulce Nombre’, ni bajes la rampa, ni ayude a mis hermanas camareras más mayores a bajar sin que se resbalen… Entonces pensaré en los días que La he tenido cerca. Y pensaré en la suerte de poder ser su Camarera, en nuestras “conversaciones ” a lo largo de toda mi vida, desde que me bautizaran delante de Ella.
Y no me haré la foto oficial junto a mi familia delante del paso antes de salir, pero tendremos un paseo de una hora, y en menos de 1 kilómetro de casa que quizás eche tanto de menos como la foto cuando no lo tenga…
Y no portaré mi estandarte con la bandera Concepciónista, pero lo cambiaré por una videollamada con mis amigos, con esos que me sacan una sonrisa….
Y cuando estés por la calle San Sebastián, donde aprovecho para ver a todo el cortejo, los niñ@s vestidos de monaguillo y angelitos repartiendo caramelos y estampitas… Yo lo cambiaré por un boli y un papel para hacer un nuevo listado de los niñ@s que tengo que avisar al año que viene para que se vistan de nuevo…
Y no se me pondrán todos los pelos de mi cuerpo de punta cuando no pases por debajo del arco de flores que con tanto amor te prepara el Grupo Joven, pero será parecido al día en que pude salir de casa y llegar hasta debajo del azulejo en la fachada de la Parroquia de San Sebastián, donde mis hijos te dejaron una flor de papel hecha y mi marido Ismael te encendió una vela. Lo que más me duele es la distancia que sientes tan adentro, teniéndolo todo tan cerca del corazón. Ojalá no te sientas nunca solo
Y no podré verte entrar en tu capilla con la banda cantando el Dios te Salve María pero podré ir esta tarde a misa y dar gracias a Dios por la vida, por mis vidas.
Y este será mi día de la no Procesión de Mi Virgen, que aunque me dé cosas positivas, recuerdos del día grande en mi Hermandad, desearé que llegue la noche, y a soñar con un día más…