Es la hora… y nada es igual – Crónicas 2011
Llegó el día. Ha pasado más de un año, pero parece que la espera se hará más larga esta vez.
Este año las túnicas se guardarán mucho antes, a la espera de un nuevo Martes Santo. Hoy los cirios quedarán encerrados en los carros. No subirán al cuadril para alfombrar con cera morada el suelo que hubieras debido pisar. Hoy las varas quedan apoyadas en una esquina de la Parroquia, a esperas de sentir el calor de las manos sobre el frío repujado.
Llegó el día. Todo y todos esperan cumplir su cometido. Lo inerte cobra vida el Martes Santo. Este año, todo menos el cielo. Hoy el único sonido que te acompañará será el de la lluvia que rebota sobre los paraguas de aquellos que esperan verte salir por la puerta de tu casa… como todos los años.
Si este año estabas más guapa que nunca… Todo es poco para ti.
Es la hora… y nada es igual. No se abrirán las puertas, pero no quedarás sola. Nuestra papeleta de sitio no entiende de calles, marchas, saetas… entiende de fe y sentimientos. Es la hora… y al final todo es igual. Se abrirán las puertas pero hoy no queremos marchar, queremos estar todo lo posible a tu lado. Queremos aferrarnos a ese Martes Santo que este año será tan distinto…
Hoy de nuevo, sufres por nosotros. Hoy de nuevo olvidas tu sufrimiento para sufrir por el nuestro.
Hoy no hay luz que luche con la oscuridad de la noche por ver un poco más tu cara. Hoy las nubes cubren las estrellas que siempre traviesas juegan por ver cual se cruza con tu mirada. Hoy te cantan tus hermanos para que no eches de menos la melodía celestial de tus monjitas.
San Juan busca tu mirada. Quiere dialogar una vez más contigo. Quiere que le cuentes de nuevo como es un Martes Santo en Alcalá. Hoy es Él tu más fiel nazareno. Cuando todos marchemos, Él seguirá a tu lado, cual más fiel pañuelo de lágrimas.
Y ahora es cuando comienza la verdadera estación de penitencia, cuando las puertas se cierran, como cada año. Todo un año para hacer de cada día, una nueva estación de penitencia. Con lluvia, sol, penas, alegrías… pero siempre haciendo que Tú seas el centro y sentido de todo.
Sólo habrá un día distinto en esa espera. Un día que nuestra estación se hará gloria en Alcalá, y por supuesto, gracias a ti, Angustias. El 18 de junio Alcalá se hará Gloria con sabor a Martes Santo.
Esa es la recompensa a nuestras lágrimas de este día…
Miguel Ángel Márquez de la Costa
Nazareno de Nuestra Señora de las Angustias