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El calor, la principal clave de la Semana Santa de 2015

La de 2015 ha sido una Semana Santa plena, al menos en cuanto al número de cofradías que se han puesto en la calle. El sol, que llegó a calentar demasiado, se ha convertido en una de las claves de una semana en la que solo unas gotas el Sábado Santo nos hicieron mirar al cielo. Pero entre tanto, vamos a repasar cuáles han sido las claves de esta Semana Santa que ya hemos dejado atrás.

1. El calor

Hablar de la de 2015 es hablar de sol y calor. Las altas temperaturas sufridas los primeros días provocaron que las hermandades tuvieran que tener una atención especial con sus cuerpos de nazarenos.

Si bien fue el Martes Santo el día de temperaturas más altas, alcanzando los 38º, la del Soberano, el miércoles, fue la que más sufrió, principalmente dada a una primera parte de su recorrido en la que la sombra era un bien que escaseaba.

Destacar en esta dirección la labor de los cuerpos de seguridad, especialmente Cruz Roja, cuyas rápidas intervenciones y atenciones día tras día fueron un gran apoyo para las cofradías.

2. Sábado de Pasión histórico en San Miguel

En el Campo de las Beatas han escrito una nueva página en su historia. El Sábado de Pasión salía por primera vez en procesión el imponente crucificado de Darío Fernández para la Agrupación Parroquial de San Miguel. Una difícil salida del templo precedió a un recorrido en el que el centro neurálgico del barrio fue un hervidero de devoción en torno al Señor.

3. Las sillas de la Plazuela

Los últimos días de la Cuaresma vinieron marcados por el debate en torno a la instalación de las 1000 sillas en la Plazuela. El resultado final, una vez visto cuál ha sido la acogida, no ha dejado indiferente a nadie, y es que el número de usuarios viendo las cofradías en este lugar fue por días, pero nunca arrojó una visión que extrañara a nadie.

Por un lado, el Domingo de Ramos pocos fueron los valientes que soportaron las altas temperaturas para ver a la Borriquita pasar al sol, número de personas que crecieron cuando el Rosario llegó con la caída de la tarde. El Martes Santo el número de personas volvió a bajar, aunque sí es cierto que el sector más pegado a la Plaza de Cervantes presentó una mayor cantidad de usuarios. Pero sin duda el punto fuerte llegaría con la segunda mitad de la semana. El Miércoles Santo, desde la llegada del Soberano y hasta que pasó el Cautivo; el jueves con el transitar de la Amargura; y el viernes con el del Santo Entierro –fue este un lugar perfecto para disfrutar del largo cortejo de la cofradía-  se convirtieron en tres días de lleno absoluto en los sectores de sillas.

Mención aparte merecen la madrugada del Viernes Santo, cuyo público no era numeroso –como era de esperar dada las horas- y el sábado, día en el que el rápido transitar de la Divina Misericordia no favorecía al hecho de sentarse en las sillas.

4. Las bambalinas de las Angustias

La Virgen de la Hermandad del Perdón salió bajo las bambalinas de la sevillana Virgen de Gracia y Esperanza, una obra de arte del bordado que dio un aspecto totalmente distinto, a la par que maravilloso, a este palio del Martes Santo.

5. El redescubrimiento del Santo Entierro

Era toda una incógnita saber cómo se reflejarían en la calle los nuevos aires que respiran en la cofradía del Viernes Santo, y mejor no le han podido sentar.

No solo se pudo ver un mayor número de nazarenos acompañando a sus titulares –y hasta al paso del Triunfo de la Santa Cruz-, sino que todos aquellos cambios adoptados por la Hermandad han sido acogidos con suma facilidad por los alcalareños. Desde el cambio en el recorrido, pasando por la estación de penitencia al monumento a la Cruz en San Sebastián, o los cambios musicales cuyos frutos se han visto principalmente en el paso de la urna, todos han sumado en positivo y han sido muy del gusto de los cofrades.

Sin duda, la cofradía del Santo Entierro ha sido en su conjunto uno de los estrenos de la Semana Santa de 2015.

6. Momentos que se perpetúan de nuestras cofradías

El regreso de la Amargura en la penumbra de Pérez Galdós, la Borriquita en la cuesta de la calle Santander, Jesús en las primeras horas de la madrugada, el Soberano cruzando el Parque Centro o la lluvia de pétalos a la Virgen del Rosario en la Callejuela del Carmen.

La Semana Santa de Alcalá se está llenando de momentos únicos que se salen de los tópicos típicos que no pasaban de ver a las cofradías en sus salidas o en la plaza de turno. Nuestras hermandades son mucho más que esos puntos y el pueblo se está dando cuenta, disfrutando de nuevos momentos que ya son un clásico.

7. El patrimonio de las hermandades, siempre a más

La de nuestra ciudad es una Semana Santa que va ganando en riqueza artística a pasos agigantados. Por ejemplo, el Rosario protagonizó el Domingo de Ramos uno de los grandes estrenos con los nuevos apóstoles del paso de misterio tallados por Salvador Madroñal. La Borriquita continuó con el dorado de la canastilla y volvió a estrenar otra de las cartelas ejecutadas por Encarnación Hurtado, uno de los descubrimientos artísticos de lo de San Agustín.
A ello habría que sumarle los estrenos del libro de reglas o la túnica en el Soberano o los arcángeles del paso de Jesús, que no procesionaron. Mención especial para el estandarte de la Divina Misericordia, que si bien aún no ha visto la luz, muchos hablan de una auténtica obra de arte de Araujo Luna.

Éstas han sido las claves de una semana intensa y corta. Ahora es el momento de guardar las túnicas y trabajar para la de 2016, para la que, si no lo saben, queda menos de un año.