Comienza el Quinario del Santo Entierro en San Sebastián
La Hermandad del Santo Entierro celebrará del 1 al 5 de marzo el Quinario en honor del Cristo de la Buena Muerte en la Parroquia de San Sebastián, lugar al que las imágenes han sido trasladadas de manera privada, ya que por aforo es el lugar en el que habitualmente celebran sus cultos, una condición que en 2021 es aún más importante.
Comenzará la celebración a las 18:30 H. con el rezo del Rosario, y estará predicada por el Rvdo. P. D. Rafael Calderón, director espiritual de la corporación.
El domingo 7 de marzo, a las 9:30 h. se celebrará la Función Principal de Instituto.
Además, enmarcado en habitual calendario de cultos, el sábado 6 de marzo a las 19.45 h. el cofrade Francisco Lamas Rodríguez ofrecerá la XXXIII Edición de la Exaltación a la Tarde del Viernes Santo, también en la Parroquia de San Sebastián.
Un altar de 1944 como inspiración
Para la Cuaresma de 2021, la Hermandad del Santo Entierro ha levantado un altar que bebe del primer altar de Quinario montado tras la Guerra Civil, en 1944, y cuya fotografía se conservaba en el archivo de Manuel Pineda Calderón.
Para ello, priostes y vestidor se han afanado en reproducir los ropajes de aquella época, además de imitar la altura y disposición de las imágenes en altar, culminando con la colocación de las manos y gestos tal y como aparece en la primitiva foto.
Así lo explica la Hermandad en sus redes sociales:
Nuestros Titulares conforman el grupo de la Piedad al pie de la cruz, y para su colocación, el grupo de priostía ha estudiado las posiciones y alturas de las Imágenes para que ofrecieran el mismo aspecto, sobre una base de corcho natural y ramas silvestres. Paralelamente, el grupo de camareras y el vestidor han reproducido con tejidos semejantes las vestimentas originales, con los mismos adornos, plegados y disposición, además de las posturas y ademanes de los personajes. Sorprende la emotiva escena de la Virgen inclinada hacia el cuerpo muerto de su Hijo sostenido entre sus brazos abiertos y sobre sus rodillas, la situación de San Juan con su mantolín a modo de capa, y la Magdalena arrodillada a los pies de Cristo. Como curiosidad, la Santísima Virgen ostenta su aureola de estrellas vestida de hebrea, y San Juan y Santa María Magdalena han prescindido de sus aureolas de santidad, pues tampoco aparecen en la fotografía original.