Antonio Osorio deja el martillo del Santo Entierro
El capataz Antonio Osorio ha dejado su puesto al frente del paso del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, de la Hermandad del Santo Entierro, tras más de 40 años en el cargo.
Así lo informaba la Hermandad hace unos días a través de un comunicado, haciendo oficial el deseo que el propio Osorio había trasladado a la corporación del Viernes Santo.
Igualmente, en el comunicado -que recogía palabras de agradecimiento al ya ex capataz- se recogía el mensaje que Antonio Osorio había mandado a la Hermandad, sirviendo éste de carta de despedida y de agradecimiento para con la Hermandad y las distintas juntas de gobierno con las que él coincidió a lo largo de los 43 años.
A continuación, el mensaje con el que Antonio Osorio se ha despedido:
Estimados Hermanos:
Parece que fue ayer cuando fui nombrado capataz del paso de Ntro. Stmo. Cristo. Desde entonces han pasado 43 años. 43 años de hermandad, de convivencia con mis hermanos, lleno de momentos imborrables y de algún que otro momento en los que hemos tenido que apretar los dientes y pedir ayuda y consuelo a mi Cristo. Pero sobre todo 43 años de entrega sin medida hacia nuestra Hermandad al frente de mi cuadrilla dándolo todo por y para Él.
Sin embargo, creo que llegado este momento, después de haber disfrutado de este privilegiado puesto durante tantos años, es hora de dar paso a las nuevas generaciones.
Quisiera agradecer en primer lugar a todas las juntas de gobierno y juntas gestoras que han confiado en mi y en mi gente durante todos estos años, espero que haya estado a la altura de lo esperado, y puedo asegurar que no me he ahorrado una sola gota de sudor para cumplir con mi cometido.
Como no a mi gente, los que me ayudan por fuera y a los de abajo. Gracias por tantos años de entrega y lealtad hacia mí, pero sobre todo gracias por dejaros la vida en cada chicotá por vuestro Cristo. Sois sus pies tenéis el privilegio de llevar sobre vuestros hombros una joya, queda Viernes Santo guarda y custodia el cuerpo dormido de vuestro Señor.
Gracias a mi familia, por soportar mis ausencias en todos estos años, por anteponer en muchas ocasiones mi función de capataz a la de padre y esposo.
Quiero también pedir disculpas a quien haya podido ofender o molestar en todos estos años, a quien en algún momento le di un no y que bien pudiera haber sido un sí.
Seguiré estando a disposición de mi hermandad para lo que haga falta y le pido a Nuestro Santísimo Cristo de la Buena Muerte y a Nuestra Señora de la Soledad fuerza y Salud para acompañarlos muchos Viernes Santo más.
Gracias a todos por vuestra comprensión