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Alrededor de 600 personas se dieron cita en el Riberas del Guadaíra para disfrutar de ‘Evocatio’

El Teatro Auditorio Riberas del Guadaíra fue testigo en la mañana de ayer de ‘Evocatio’, un concierto sin parangón en nuestra ciudad, organizado por la Agrupación Parroquial del Rosario de Santiago y que citó en un mismo escenario más de dos décadas después a dos de las bandas de cornetas y tambores de mayor renombre y calidad en el panorama actual de la Semana Santa de Sevilla, la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de la Victoria, las Cigarreras, y la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Triana. La Banda de Música Nuestra Señora del Águila puso la nota musical en forma de marchas de palio y no bajó el listón de calidad en un acto que rayó la perfección.

El marco era incomparable; es muy común ver una infinidad de conciertos de marchas procesionales en los patios de las parroquias, en parques o en las propias iglesias, siempre con aires festivos y un tono distendido. ‘Evocatio’ no estaba organizado con esa idea, y para darse cuenta únicamente había que caer en la cuenta del lugar en el que estaba organizado el concierto, un teatro. Y de esta idea parte un acto en el que todo salió magníficamente, las bandas sonaron como nos tienen acostumbrados, el presentador -el periodista sevillano José Antonio Rodríguez- dirigió el acto con maestría y el repertorio de marchas fueron elegidos con sumo gusto.

Abría el concierto la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Victoria, a quien José Antonio Rodríguez definió en su presentación como “una de las mejores bandas de cornetas y tambores del mundo”. ‘La Eucaristía’, ‘Stabat Mater Lacrimosa’, ‘¡Gloria al padre!’, ‘María Reina y Madre’, ‘Al Señor de la Sagrada Cena’, ‘Y fue Azotado’ y ‘Sagrada Cena‘ componían el repertorio de la banda de la cofradía del Jueves Santo sevillano. Con total seguridad, si a alguno de los asistentes al concierto le hubieran preguntado que definiera con una sola palabra sus sensaciones tras escuchar a Cigarreras, ésta sería seguramente “maestría”. No hace falta saber de música para darse cuenta de que la calidad con la que sonó esta banda es difícil de superar.

Antes de que concluyera la actuación, el vicepresidente de la Agrupación, Santiago Navarro, subió al escenario para entregar un detalle en forma de recuerdo y agradecimiento a Antonio González Ríos, director de la banda, y quien reconoció durante el concierto que su formación había sonado como nunca en el teatro alcalareño, no sólo por la calidad de sus músicos, sino por las excelentes infraestructuras con las que cuenta el Teatro. Tras la entrega del detalle, la banda interpretó la marcha ‘Costalero del Soberano‘ para cerrar su actuación.

Elegancia, dulzura y sobriedad con los sones de la Banda de Alcalá

A estas alturas es más que evidente que la Banda Nuestra Señora del Águila ya no sorprende a nadie cuando se le escucha tocar alguna marcha procesional, y más si éstas son del corte que mejor domina la banda de nuestra ciudad, el de las marchas serias y fúnebres, aunque bien es cierto que las marchas elegidas para el concierto no podrían ser calificadas de fúnebres, siendo éstas las siguientes: ‘Dolor y Soledad’, ‘Valle de Sevilla’ y ‘Saeta cordobesa’, tres preciosas piezas de una altísima calidad que encandilaron a un público entregado, y es que, como dijo el presentador, “la banda jugaba en casa”.

Tras la pertinente entrega del recuerdo al director de la banda, Sergio Jiménez Martín, la fomación alcalareña interpretó ‘La Madrugá’ de Abel Moreno, una marcha que sonó especialmente bien con la campana tubular con la que la banda toca la composición desde hace varios años.

Tres Caídas, el contrapunto

Con la banda de Alcalá se cerró un antes y un después en el programa del concierto. Si Cigarreras y la propia Banda de Nuestra Señora del Águila pueden representar la armonía, la justa medida y la armonía, la banda trianera es la referente en cuanto a fuerza se refiere. Alrededor de 140 músicos se subieron a las tablas del Riberas del Guadaíra y dieron buena muestra del formidable estado del que goza en la actualidad otra de esas bandas de moda.

El gran atractivo en la selección de marchas a interpretar por Tres Caídas se encontraba en el estreno de dos composiciones de cara a la próxima Semana Santa, dos nuevas piezas que veían la luz por primera vez y que vienen a engrosar un repertorio en absoluto corto. De esta manera, estas dos nuevas marchas son ‘Guadalquivir‘ y ‘El reencuentro‘, las cuales se unieron a ‘Abrazado a Triana’, ‘El alma de Triana’, ‘Mi madrugá’, ‘El alba’ y ‘La Pasión‘ para completar el elenco de marchas.

Tras recibir Julio Vera, director de la banda de las Tres Caídas, el obsequio del concierto, Santiago Navarro quiso agradecer con sus palabras la colaboración de todos los patrocinadores y entidades que han hecho capaces que Alcalá acogiera un concierto de este calibre -entre los que se encuentra el Ayuntamiento de la Ciudad, representado en el acto a través del Concejal de Fiestas Mayores, Enrique Pavón Benítez-, y que no sabremos cuándo volverá a celebrarse y que ha dejado satisfechas a todas las partes implicadas en el proyecto.

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