Homenaje de la Adoración Nocturna a la hermana clarisa Sor Ángeles de San Francisco
Este sábado, la Franciscana Sección de Alcalá de Guadaíra de la Adoración Nocturna Española, en colaboración con las Hermanas Clarisas, aplicará la misa y posterior vigilia de adoración al Santísimo Sacramento, en la Iglesia Conventual de Santa Clara, por el alma de Sor Ángeles de San Francisco, Hermana Pobre de Santa Clara fallecida el pasado 25 de marzo. La misa comenzará a las siete y media de la tarde.
Finalizada la misa, se procederá a realizar la Exposición del Santísimo, con Estación Mayor a Jesús Sacramentado. Se continuará con la Vigilia, que constará de las siguientes partes:
1) Rezo de Vísperas; 2) Oración de Presentación de Adoradores; 3) Oficio de Lectura; 4) Silencio para la oración personal; 5) Rezo del Santo Rosario; 6) Preces Expiatorias; 7) Rezo de Completas en unión con la Comunidad de Hermanas Clarisas (a las 22:15 horas); 9) Reserva del Santísimo (a las 22:30 horas)
Las personas que deseen asistir solo a la misa, podrán salir al final de la misma antes de la Exposición del Santísimo (e incluso suele ser habitual que se queden y realicen Estación Mayor a Jesús Sacramentado y después se marchen antes de dar comienzo a la Vigilia).
Quienes decidan quedarse a gozar de la paz interior de la Vigilia, que este mes se dedica especialmente a Sor Ángeles de San Francisco, dispondrán del material necesario que les permitirá participar, sin ningún problema, aunque nunca hayan vivido una Vigilia de Adoración nocturna a Jesús Sacramentado. No obstante, si en algún momento necesitaran descansar, podrán salir al patio interior del convento, anexo a la Capilla
Artífice de la reconstrucción del Convento
La Hermana Clarisa Sor Ángeles de San Francisco, pasó a la Casa del Padre el pasado día 25 de febrero. Esta monja nacida en Curiel de Duero (Valladolid), el 27 de septiembre de 1928, ingresó en el Monasterio de Santa Clara de Alcalá de Guadaíra el 7 de marzo de 1947; un recinto desolado y prácticamente ruinoso debido al incendio sufrido en julio de 1936. Fue, una de las abnegadas mujeres a las que el Señor les encomendó la reconstrucción de este cenobio, desde la nada hasta el magnífico estado en que hoy se encuentra. Y todo ello desde la pobreza y la sencillez franciscanas. En el convento realizó su Profesión Simple y su Profesión Solemne. Han sido sesenta y nueve años de vida religiosa monástica en este lugar sagrado, dedicada a la oración y el trabajo. Era una monja contemplativa convencida, muy entregada, abnegada, obediente y solícita a todo lo que se le encomendó durante su larga vida en todos los oficios comunitarios que le tocó desempeñar: Ecónoma, Maestra de Novicias, Consejera, Tornera, Portera, cuidadora del jardín. Precisamente el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra concedió por unanimidad del Pleno la Medalla de la Ciudad a la Comunidad de Hermanas Clarisas de Alcalá de Guadaíra, en reconocimiento de la labor de Paz y Bien que vienen realizando en la villa durante más de 400 años.