Germán Terrón abrió, con su humildad, la Semana Santa de Alcalá
Humilde, como es él, así fue el pregón de la Semana Santa de 2009 con el que Germán Terrón Gómez nos avisó de lo poco que queda para la mágica semana que a punto estamos de abordar. Con una duración de una hora y diez minuto Germán supo anunciar la Semana Santa, supo hacernos vibrar con su sentir cofrade y devoto, con sus vivencias junto a su gente o con sus pensamientos tras un antifaz de terciopelo rojo…
En el escenario del Gutiérrez de Alba se encontraban D. Juan Martín Alcaide (Tesorero del Consejo de Hermandades y Cofradías), D. Manuel Vicente Gómez García (Vicepresidente del Consejo de Hermandades y Cofradías), Dña. María José Gravalosa (Secretaria del Consejo de Hermandades y Cofradías), D. Alejandro Redondo (Diputado de Cultos y Juventud del Consejo de Hermandades y Cofradías), D. José Manuel Medina Picazo (Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías), D. Enrique Pavón (Concejal de Fiestas y Festejos), D. Antonio Limones Gutiérrez (Alcalde de la Ciudad), Rvdo. P. Antonio Guerra (Párroco de San Agustín) y el Rvdo. P. Félix Amo (Arcipreste de la Ciudad).
Comenzó el acto con la interpretación de la marcha “Eterno Descanso“, y continuó con la presentación, que fue realizada por la Secretaria del Consejo de Hermandades, Dña. María José Gravalosa, que comenzó con un salmo, muy acorde con Germán, que describía las cualidades del pregonero. A continuación dio a conocer un poco más datos sobre su vida, desde sus estudios, hasta su amplia carrera profesional. De nuevo, la Asociación Musical Ntra. Sra. del Águila interpretó una marcha, en este caso la pedida por el pregonero, “El Cachorro. Saeta sevillana“.
Acabada la marcha, Germán se levantaba, se acercaba al atril, acomodaba el pregón, y a continuación, se dirigía a los pies del escenario para depositar una rama de olivo, tal y como hiciera aquella mañana del 15 de agosto en el que se anunció la noticia. Comenzaba su pregón acordándose de un especial Domingo de Ramos para los hermanos de la Borriquita, comenzaba acordándose de ese Domingo de Ramos de hace varios años en el que a la Virgen de la Oliva se le desprendía la corona, cómo la noticia recorrió las calles de la ciudad, y cómo la esperaba el pueblo de Alcalá.
Dicen que la Virgen viene
dicen que la Oliva sueña
dicen que la madre tiene
una corona de estrellas
pa coronarse en su barrio
en un Domingo de Ramos
al llegar la primavera
Y una vez esto, saludaba a las autoridades y a todos los presentes. Comenzaba con la dedicatoria a todos los suyos, desde sus amigos, compañeros de trabajo, hermanos, hermanos en la Bondad e incluso se acordó de dos curas que desde el cielo asistían felices al pregón, D. José Luís Portillo y D. Manuel Gómez. Pero la dedicatoria que inundó de emoción al Teatro fue la realizada a sus padres, ambos sordos, a ellos Germán quiso hacerles un pequeño homenaje, y encaminándose al final de las tablas del escenario, les explicó a ellos lo que acaba de decir mediante el lenguaje de signos, una vez que acabó, el expectante público cofrade irrumpía con una sonora ovación que se prolongó durante un emocionante minuto.
“Y será el signo, como no podía ser de otra manera, para dedicar todo este pregón a las dos personas que no podrán oír su contenido. No quiso el Señor que mis padres tuvieran la capacidad de oír, pero a cambio les dio tres hijos que desde entonces serían sus oídos y sus labios. Perdónenme si, por un breve instante, este pregón se convierte en un breve e íntimo homenaje a ellos”.
Y empezó ese recorrido por las hermandades alcalareñas con la Virgen del Socorro, narrando la mañana de Viernes Santo en la que María del Socorro llega triunfante a Santiago, cuando llega ya no es llanto, cuando él la mira a la cara, sino que es gozo.
A continuación el prólogo de la Semana Santa de Alcalá, ¿por donde estará?. Con un recorrido por calles llamadas como la tierra de Jesús Nazareno; Betania, Betsabé, Judea… u otras de Vírgenes: Esperanza Macarena, Paz del Porvenir, Pilar de Zaragoza… y es entonces cuando el evangelista San Mateo nos señala donde es: el Señor del Soberano Poder es el que llama.
Después el recuerdo a la Hermandad del Rosario, nos relata la vivencia de un nazareno que parte de su casa para hacer la estación de penitencia en la tarde del Domingo de Ramos.
Por eso la tarde quiere
guardarte en un relicario;
el Señor que está en el Huerto
escuchó la petición:
regalando la Oración
que es su Madre del Rosario
Una parte curiosa nos describió después, el Señor de la Buena Muerte del Santo Entierro habita la urna, la Soledad viste de reina, las puertas abiertas… pero algo es diferente, en un reguero de versos nos va dando pistas de lo que es uno de los momentos más bonitos del Domingo de Ramos, la presentación de la Borriquita ante la Hermandad del Santo Entierro. Todos los presentes pensaban que relataba una tarde del Viernes Santo, pero finalmente enlazó con el momento de la cofradía de San Agustín ya de vuelta.
Mención especial para su Cristo de la Bondad, en el eje central del pregón, nos transportan a una noche fría de noviembre, festividad de Cristo Rey del Universo, en la que el Señor de la Bondad fue bajado al suelo, y fue rodeado por todos los niños de la parroquia, después, triunfante, la procesión del Santísimo.
Por eso, quiero que vengan
que se sienten a mi vera
y que aprendan de mi ejemplo
de la Bondad verdadera
Jesucristo, Rey de reyes
y Señor del Universo.
Y se acordaba después de las titulares de la Hermandad del Cautivo, para nuestro pregonero siempre queda la Esperanza, acudimos a Ella para aliviar nuestro llanto, con Jesús Cautivo que se muestra compasivo, y en medio del gran dolor, siempre queda la Esperanza. Y no se podía olvidar de la Virgen de los Dolores, avisando de que todos los cofrades de Alcalá esperan y desean ver pronto a la Virgen Servita salir de San Sebastián.
Bajo el lema «Ama y haz lo que quieras», de San Agustín, Germán habló de la Hermandad de la Amargura, no es posible más compasión que la que entrega el Señor del Amor, describiendo a la Virgen de la Amargura con una entereza de mujer que no abandona, como la serenidad llena de dulzura.
Y cómo no, dio una opinión personal, los cofrades no podemos pararnos a escuchar las marchas, a querer ver las flores perfectas, a imágenes vestidas con antiguos encajes… y con esta opinión enlazó con la Hermandad del Perdón: él quiere ver a la Virgen de las Angustias bajo un sencillo palio de cajón. Y Alcalá quiere el Perdón, se aferra al aliento que perdona, la Cruz, nuestra Salvación… describe otro de los momentos más bellos de la Semana Santa, el Cristo del Perdón frente al Convento. Pero no podía faltar la mención a un gran hombre, cuya muerte sorprendió a Germán poco después de besar las manos del Nazareno en Santiago, se acordó de D. Ricardo Fernández, que murió el primer viernes de Cuaresma siendo hermano mayor de esta Hermandad.
De nuevo los versos dirigidos a Santiago, a Jesús, a quién quiere ayudar con la cruz para subir a San Roque, van juntos Él y el pregonero, el segundo el cirineo, por un camino de amores, van a subir al Calvario de Alcalá, que es el cielo alcalareño.
Y con el alfa y omega, tal y como empezó, termina. Acordándose de la Virgen de la Oliva, equipara el final de su pregón con cada Lunes Santo, en el que la alegre melancolía le inunda. Resume todo el recorrido de la cofradía por las calles alcalareñas, como esperan en cada rincón a la Reina de San Agustín.
Despierta, Alcalá, despierta
que sueñas con esperanza
que cuando la Oliva asome
a las puertas de la gracia
ya será Semana Santa
y la Gloria habrá bajado
a este bendito pueblo
que es mi Alcalá de Guadaíra.
Tras pronunciar el famoso «He dicho» el público que abarrotaba el Teatro Gutiérrez de Alba se puso en pie para ovacionar al pregonero. Para acabar fueron interpretados los Himnos de Andalucía y de España. En la puerta muchos cofrades los esperaban para ovacionar de nuevo al pregonero, e incluso salió a hombros del teatro.