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En el día de la Inmaculada, clausura del Año Jubilar de la Familia Vicenciana

El día 8 de diciembre, celebramos con gozo el Día de la Inmaculada. Además, en este año del Señor (2017), este día se clausura el Año Jubilar de la Familia Vicenciana, que se ha vivido con el lema: “Fui forastero y me recibiste”. La Familia Vicenciana ha rememorado el nacimiento de su carisma de servicio a los pobres, en su cuarto centenario. Fueron los acontecimientos que tuvieron lugar en Folleville y Châtillon durante el año 1617 los que marcaron el origen del Carisma Vicenciano. Desde entonces, los seguidores de San Vicente de Paúl, se han dedicado al servicio de los pobres, al servicio a favor de los menos afortunados de la sociedad.

Pero, ¿qué es la Familia Vicenciana o Vicentina? Hoy llamamos Familia Vicenciana al conjunto de instituciones que han nacido del carisma acogido, vivido y legado por san Vicente de Paúl, santa Luisa de Marillac y los seguidores de Jesucristo que participan de ese carisma.  Concretamente, integran la Familia Vicenciana: 1) La Asociación Internacional de Caridades, fundada en 1617 por San Vicente de Paúl. Su finalidad es el servicio y la promoción de los necesitados. Su lema: Contra las pobrezas, actuar juntos.  2) La Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl, fundada en 1625 por el propio San Vicente de Paul para evangelizar a los campesinos, colaborar en la formación del clero y acompañar pastoralmente a las Hijas de la Caridad. 3) La Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, fundada en 1633 por san Vicente de Paúl y santa Luisa de Marillac para vivir la entrega total a Dios en el servicio de los necesitados. 4) La Sociedad de San Vicente de Paúl, que es una red de caridad en proximidad y cercanía en favor de las personas solas o necesitadas. Fue fundada en 1833 por Federico Ozanan. 5) La Juventudes Marianas Vicencianas, antigua Asociación de Hijos e Hijas de María de la Medalla Milagrosa, que es hoy un movimiento juvenil católico de carácter mariano y caritativo-vicenciano. Fue fundado en 1847 por deseo expreso de la Santísima Virgen María manifestado a Santa Catalina Labouré, vidente de la Medalla Milagrosa. 6. La Asociación de la Medalla Milagrosa, fundada en 1909, para difundir la devoción mariana, fomentar la vida cristiana en las familias que reciben la imagen de la Virgen y hacer obras de caridad. 7) MISEVI, que es  la asociación de la Familia Vicenciana que fomenta, facilita, apoya y coordina la presencia y el trabajo misionero de los laicos vicencianos en la misión “ad-gentes” encomendada a la Familia Vicenciana o animada por ella. 8) COVIME-AMVE. Las Hijas de la Caridad y los Misioneros Paúles de España cuentan con una ONGD para apoyar y buscar cauces de financiación para proyectos de desarrollo en las Misiones que se les han encomendado. COVIDE-AMVE (Cooperación Vicenciana para el Desarrollo – Acción Misionera Vicenciana de España) es una Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD), católica y de voluntarios, integrada por la Compañía de las Hijas de la Caridad y la Congregación de la Misión (Padres Paúles) de España.

La Familia Vicenciana está presente en 150 países y cuenta con más de 2 millones de miembros

Cabe recordar aquí las palabras del Santo Padre, cuando el pasado 14 de octubre recibió a más de diez mil miembros de la Familia Vicentina en una audiencia con motivo del Año Jubilar, convocado por los Vicentinos por los 400 años de su fundación. Decía el Papa Francisco: “San Vicente ha generado un impulso de Caridad que dura por los siglos”, y les alentó a seguir este camino reflexionando sobre tres verbos: “importantes para el espíritu vicentino, pero también para la vida cristiana en general: adorar, acoger, ir”. Para San Vicente de Paúl la oración es esencial, porque rezando se obtiene de Dios el amor para derramar sobre el mundo. Debemos ser personas acogedoras, disponibles, acostumbradas a darse a los demás, pues quien acoge renuncia al yo y hace entrar en la vida el tú y el nosotros. Y, como dijo San Vicente: “Nuestra vocación es ir, no a un parroquia y ni siquiera a una diócesis, sino por toda la tierra, a encender el corazón de los hombres, haciendo aquello que hizo el Hijo de Dios, que ha venido a traer el fuego al mundo para inflamarlo de su amor.

El Padre Tomaz Mavriz, CM (Superior General de la Congregación de la Misión y de la Compañía de las Hijas de la Caridad, recordaba en su Carta de Adviento, las palabras de San Vicente (místico de la Caridad): “El amor es inventivo hasta el infinito”. La imaginación de Jesús encontró un medio concreto para estar siempre con nosotros, acompañarnos siempre y permanecer con nosotros todos los días hasta el fin del mundo en la Eucaristía. Su amor, inventivo hasta el infinito, no cesa de sorprendernos hoy, aquí y ahora.

Todo esto es lo que los adoradores nocturnos del Santísimo Sacramento encontramos en las Hijas de la Caridad, con las que compartimos vigilias en la Capilla del Convento de Santa Clara de Alcalá de Guadaíra, junto con las Hermanas Clarisas, que también son adoradoras. Encontramos en ellas, la sencillez y humildad de Cristo, una entrega sin límite hacia los más desfavorecidos: los pobres. Precisamente por ello, en la Función Principal de la Antigua y Franciscana Sección de Alcalá de Guadaíra de la Venerable Archicofradía Sacramental de la Adoración Nocturna Española, el Consejo Directivo de la Sección, le cede a las hijas de la Caridad, sus asientos, porque las tenemos como ejemplo, junto con nuestras Hermanas Clarisas, de lo que debe ser nuestro modo de guiarnos en esta vida terrenal.

Este artículo es una muestra de reconocimiento a la Familia Vicenciana, especialmente a las Hijas de la Caridad en general, y en particular a las de la Casa Rosalía Rendu y de la Residencia La Milagrosa de Alcalá de Guadaíra. A todas ellas nuestra admiración, respeto y cariño. Y no nos olvidamos de que el 11 de noviembre entre los 60 Mártires Beatificados, se encuentra el hoy Beato Vicente Cecilia Gallardo, sobrino de Sor Josefa Torres Gallardo, de la alcalareña residencia La Milagrosa.